Marco jurídico de la relación bilateral
La relación bilateral entre el Perú y Canadá se estableció oficialmente el 21 de octubre de 1944, fecha de presentación de credenciales del primer Embajador canadiense ante nuestro país, Jean-Francois Léon Henri Laureys.
A nivel jurídico, la relación diplomática entre ambos países se encuentra regulada por numerosos e importantes instrumentos bilaterales, así como también por los acuerdos suscritos al interior de los foros regionales o multilaterales de los que forman parte y en los cuales participan activamente, tales como la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), entre otros
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Importancia y vinculaciones con el Perú, dentro del marco de su política exterior
En el marco de la política exterior canadiense, el Perú ocupa dentro de la región un lugar de especial importancia, que tiene como eje el destacado rol que desempeña este país en el crecimiento socio-económico del Perú, en función del flujo de capitales canadienses hacia el sector minero, de servicios y el creciente intercambio comercial.
Asimismo, merece destacarse la afinidad de valores y objetivos que inspiran el accionar internacional de ambos países, en especial aquellos vinculados a la defensa de la vigencia universal de los derechos humanos, el fortalecimiento del sistema democrático y la gobernabilidad como garantía de paz internacional y el apoyo al multilateralismo como el mejor escenario para resolver los desafíos globales que enfrenta la comunidad internacional en materia de seguridad, medio ambiente, desastres naturales, entre otros.
Esta comunidad de principios y valores ha determinado que el Perú y Canadá encuentren en los foros multilaterales de los que forman parte, como la ONU, la OEA, APEC y la Cumbre de las Américas, un excelente escenario para el planteamiento y el desarrollo de propuestas en diversos temas de importancia de la agenda multilateral, como democracia, lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada transnacional, operaciones de mantenimiento de la paz, minas anti-personal, cambio climático, etc.
En el ámbito económico-comercial cabe resaltar la perseverancia e incremento de los capitales canadienses comprometidos con nuestro país que ha significado en la práctica que Canadá se convierta en el principal inversionista en el sector minero, situación que ha venido promoviendo una más activa participación del sector privado canadienses en proyectos de desarrollo social en beneficio de nuestras comunidades rurales, en el marco de las políticas de responsabilidad social corporativa.
Es importante destacar el especial acercamiento de ambos países, que se ha mantenido luego de que el Perú brindara su apoyo para que Canadá ingresara al TPP, en 2012. Asimismo, a lo largo de 2015, el Perú ha mantenido su continuo respaldo para lograr una más activa y sólida participación de Canadá como observador en la Alianza del Pacífico, de conformidad con el interés sobre este particular expresado por Canadá en 2013. En ese sentido, durante 2015, la Embajada participó en actividades organizadas en Ottawa y en otras ciudades canadienses junto con las Embajadas de los otros tres miembros plenos de la Alianza del Pacífico en Canadá y la Cancillería de Canadá. Cabe señalar que la participación del Perú y Canadá en ambos bloques ofrece gran potencial para la coordinación de las políticas de ambos países de proyección económica hacia otras regiones, particularmente el Asia-Pacífico.
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